Mar. Mar 19th, 2024
pole dance en pandemia

El pole dance es una de las disciplinas con mayor auge en los últimos años Hoy no solo mujeres, sino también hombres e incluso niños practican esta o alguna variante. Sus beneficios a nivel físico y psicológico son incontables, pues la actividad física es parte esencial de una vida saludable.

Sin embargo, la práctica de pole dance y otros deportes se volvió un poco difícil con la aparición del coronavirus. Lo bueno es que ya contamos con vacunas contra el SARS-CoV-2; y aunque aún es pronto para hablar de erradicación, estas nos han permitido retomar la normalidad perdida.

Ahora bien, el hecho de que existan no implica que debamos prescindir de las medidas de bioseguridad implementadas hasta ahora. Al contrario, las agencias de salud recomiendan mantenerlas sin importar el contexto, y esto es algo que las academias de pole dance en Venezuela también deben tener presentes. De hecho, hay ejemplos dignos de aplauso como veremos a continuación.

¿La práctica del pole dance aumenta el riesgo de contagio con coronavirus?

Antes que nada, es necesario analizar de cerca los riesgos en torno a esta actividad durante la pandemia. Si bien no es una limitante, el pole dance suele practicarse en espacios cerrados e implica el contacto cercano y repetitivo con las barras. Además, los entrenamientos dentro de una academia pueden realizarse tanto de forma individual como en grupo.

Dicho esto, muchas personas interesadas en iniciarse en esta disciplina, o bien aquellas que no continuaron debido a la pandemia, podrían estar haciéndose la misma pregunta: ¿practicar pole dance aumenta el riesgo de contraer el coronavirus?

Pues bien, aunque ciertamente las condiciones habituales parecen muy propicias, el riesgo no tendría que ser tan diferente comparado con otros deportes. De hecho, ni siquiera podría compararse con el que suponen otras actividades de la vida diaria, como ir en transporte público.

El cierre de marzo de 2020

Marzo de 2020 será recordado como un mes de anuncios subestimados. Cuando la Organización Mundial de la Salud, OMS, anunció que nos enfrentábamos a una pandemia, pocos se imaginaban una cuarentena tan larga como la que prosiguió.

En consecuencia, las academias de pole dance se vieron en la necesidad de suspender sus actividades. Pero esta no fue la única disciplina afectada. Otras, como el baloncesto, el fútbol, el voleibol, el spinning y el entrenamiento en gimnasio tuvieron que detener sus actividades temporalmente.

De modo que la primera medida de contención la constituyeron los cierres y bloqueos, aunque tiempo después se hicieron más flexibles. Lyam, directora de la academia de pole dance BunkerPole, ubicada en Caracas, nos contó cómo fue el regreso después de seis meses lejos de las barras.

“Retomamos las actividades en el mes de septiembre y reagendamos las clases que habían sido canceladas”. Sin embargo, los temores persistían, por lo que “siempre enviábamos mensajes en el grupo de WhatsApp recordando el uso de mascarillas” al ingresar a la academia.

Y es que, los riesgos a los que nos exponemos dependen, en gran medida, de nuestro comportamiento. En este caso, este hace referencia a las medidas preventivas individuales y grupales que se implementen en cada academia de pole dance. ¿Se están siguiendo actualmente? Aunque hay excepciones, la respuesta es sí.

¿Qué medidas debe adoptar una academia de pole dance para frenar la transmisión?

Hablamos de un fenómeno que afectó drásticamente la forma en que estábamos acostumbrados a vivir y que nos sigue motivando a evolucionar. Sin embargo, a estas alturas ya muchos tienen presente que, con coronavirus o sin él, el show debe continuar. Ahora la prioridad es hacerlo de la forma más prudente posible para evitar brotes y sus consecuencias.

En Venezuela, ya varios practicantes de pole dance han implementado medidas especiales para reabrir las academias de la forma más segura posible. Como ejemplo, la misma BunkerPole, que destaca como una de las más preocupadas por la seguridad de sus miembros. Su estrategia para continuar a flote durante esta pandemia ha sido la rigurosidad con los protocolos de bioseguridad.

Un post en su cuenta de Instagram nos deja ver parte de ellos: la medición de la temperatura corporal de los visitantes con un termómetro digital, sin mantener contacto con ellos; la desinfección de manos al ingresar y salir de las instalaciones, ofreciendo a las personas gel antibacterial para garantizar su cumplimiento; el uso obligatorio de mascarillas y el distanciamiento social en todo momento. El mismo post contiene un video demostrativo de la dinámica que siguen en sus espacios diariamente.

Distanciamiento social: clases con un número limitado de personas

Una de las recomendaciones que aún se mantienen es la de evitar las multitudes, en especial en espacios cerrados. Por lo tanto, las academias de pole dance deben controlar la cantidad de personas que entrenan de manera simultánea en sus espacios.

En el caso de Bunker Pole, la decisión fue asignar solo seis personas a cada clase para respetar el distanciamiento social. Para cumplir con tu matrícula, llevan a cabo cuatro clases separadas, dos en la mañana y dos en la tarde.

Las barras no se comparten

Bunker Pole también destaca por proporcionar exclusividad a sus miembros. Con grupos de seis, cada polerina puede usar su propia barra sin necesidad de compartirla con otra. De este modo, se limita el contacto tanto con otras personas como con superficies.

Higiene: desinfección con alcohol en todo momento

Antes de la llegada del coronavirus, las academias debían mantener estrictos estándares de higiene en sus espacios; la pandemia no hizo más que reforzarlos. Lyam explica que en Bunker Pole se colocan todos los implementos deportivos en un mismo sitio después de su uso para proceder a desinfectarlos.

“El instructor es el encargado de higienizar todo lo que se utilice durante la clave”, dijo. Esto incluye los mats de yoga y las barras, entre otros. “Diariamente, se limpian las instalaciones en su totalidad”, añadió.

Mascarillas y toallas obligatorias

Asimismo, el uso de toallas es obligatorio, tal y como ocurría antes de la pandemia. “Si la persona no trae toalla, se devuelve desde recepción”, enfatizó. Lo mismo ocurre con las mascarillas. Por ello, también han dispuesto de la venta de estas para así permitir que, quienes los hayan olvidado, puedan asistir a su clase.

Cuéntanos, ¿tu escuela de pole dance sigue normas de bioseguridad?

Un comentario en «¿Qué no debe faltar en una academia de pole dance durante la pandemia?»

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