Vie. Mar 29th, 2024

Los callos y durezas son engrosamientos que produce la piel a modo de protección, y suelen aparecer directamente en la zona de las manos y pies que están constantemente expuestos al roce o fricción recurrente con objetos.

Si el organismo no formase estas durezas, compuestas por células de piel muerta, la piel se rozaría y se producirían heridas con frecuencia. A pesar de ser un mecanismo de defensa y protección, algunas personas se ven afectadas por su poca estética. ¿Te sientes identificada/o?

Si eres practicante de pole sabrás que es normal que nos aparezcan callos, especialmente en las manos, debido a la fricción con la barra. Generalmente estas durezas desaparecen cuando cesa la actividad que las causó, pero mientras tanto puedes utilizar cremas y realizar cuidados como: baños de parafina; abrasión con cepillos y piedra pómez; y el uso de guantes o parches para proteger la zona. Existen guantes especiales para hacer pole que pueden serte útiles.

Es importante conocer las diferentes maneras para mejorar la apariencia de la piel afectada y de prevenir la aparición de estos molestosos callos. Lo principal es mantener nuestra piel correctamente hidratada.

¿Cómo puedes hacerlo?

Mantener una perfecta hidratación en el área donde se produce el continuo roce es imprescindible si queremos evitar tener las palmas de las manos y de los pies repletos de durezas. Una piel correctamente hidratada facilitará el deslizamiento de la zona. Existen infinidad de cremas dirigidas a zonas particulares del cuerpo, por lo que es recomendable localizar una de manos y otra de pies que contengan ingredientes activos como el aloe vera, que facilitarán la regeneración de la piel de una forma más rápida, consiguiendo unas manos y pies más suaves.

Eliminar la piel muerta es muy importante también, ya que la acumulación de ésta con el paso del tiempo provoca en nuestras palmas de las manos y de los pies las callosidades que tanto nos perjudican. Asimismo, las células muertas de la piel acumuladas actúan como una barrera impidiendo la correcta hidratación de las manos; además de engrosar, endurecer y resecar más esa zona. Por ello es recomendable eliminarlas mediante la utilización de un peeling o a través de rascadores como la piedra pómez.

Una forma de eliminar la piel muerta, y en definitiva con las callosidades en las zonas afectadas, es introducirlas en un recipiente con agua templada y dejarlas un rato en remojo para que la piel se ablande. Después es importante pasar la piedra pómez, que las eliminará dejando la piel de la capa más profunda tersa y suave. Este proceso deberá hacerse todos los días, o por lo menos tres veces a la semana, hasta que la capa de piel muerta haya desaparecido. Con esto se conseguirá hidratar mejor las áreas con callos, y por lo tanto evitará que vuelvan a reaparecer.

Otro procedimiento muy efectivo consiste en exfoliar con un preparado casero con dos cucharadas de crema mezcladas con una cucharadita de azúcar y luego aplicar sobre las durezas con un masaje enérgico para desprender las células muertas.

Otras recetas caseras para tratar callos y callosidades: 

  • Ajo: machacar un diente de ajo y agregar media cucharadita de aceite de oliva. Aplicar sobre la zona afectada y cubrir con una gasa. Dejar actuar por dos horas y frotar con piedra pómez.
  • Aspirinas: triturar cinco o seis aspirinas y mezclarlas con una cucharada de agua y una de jugo de limón. Colocar sobre el callo y envolver con una toalla caliente durante diez minutos. Luego frotar con piedra pómez.
  • Manzanilla: remojar las manos y pies en una infusión preparada con cuatro cucharadas de manzanilla y un litro de agua.
  • Pan y vinagre: empapar en vinagre de manzana una miga de pan durante dos días. Remojar la zona endurecida en agua tibia y luego aplicar la miga de pan sujetándola con una gasa. Dejar actuar toda la noche y repetir tres días seguidos.
  • Cebolla: todas las noches antes de acostarse, frotar la zona de las durezas con un trozo de cebolla. Repetir esta operación durante varios días, hasta que el callo desparezca.
  • Tomate: triturar el tomate hasta formar una pulpa, colocarla sobre la dureza y envolver con una gasa. Realizar esta operación todas las noches hasta que el callo desaparezca.

Debemos también recordar que, así no nos gusten los callos que nos puedan aparecer por nuestra práctica de pole, estos aparecen para protegernos del roce que sufrimos con el tubo. Como esta fricción no es natural para nuestro cuerpo, la piel siente que debe protegerse y por ello forma la capa protectora que es el callo.

¿Tienes alguna otra recomendación para nuestros lectores?

 

Anabelle Moros

Por admin

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