Vie. Mar 29th, 2024

Vivimos una época de plena difusión del pole dance como disciplina deportiva y artística y, gracias a ello, cada vez hay más competencias y centros de formación de atletas de pole en el mundo, y ha dejado de ser visto como una actividad sólo para mujeres, pasando a ser practicado también por hombres e incluso por niños. Pero a pesar de ello, muchas personas continúan pensando que se trata de un baile provocativo y le dan una connotación sexual. Sabiendo que esa es la precepción real que tiene una parte de la sociedad de este deporte, ¿dejarías que tu hijo/a practicara pole dance si así lo quisiera?  

En Pole Dance Venezuela consideramos que todo depende del enfoque que se le dé al desarrollo de la disciplina. Si para los adultos responsables del infante el pole es considerado como una actividad no deportiva, que sólo permite explorar la sensualidad, lógicamente el niño lo verá de esta manera, y lo más probable es que no permitan que lo practique hasta que sea ya más adulto. Ahora bien, si los padres y representantes, así como los instructores, se encargan de hacerle ver de manera muy clara al pequeño que el pole se trata de un deporte como cualquier otro, que requiere de disciplina, constancia y dedicación, y que para alcanzar metas en él necesitará trabajar su flexibilidad y desarrollar fuerza, seguridad y destreza, resultará lógico para el niño entenderlo como una actividad fitness y deportiva más, incluso de carácter artístico, como podría ser el fútbol, la danza o la natación, que puede ser incluida a la perfección como complemento de su formación y actividad extracurricular.

Para todo niño los movimientos en un pole resultan divertidos, pues es propio de su naturaleza trepar, saltar y hacer giros, por eso su primer razonamiento al respecto va a ser que se trata de un juego, y no va a relacionarlo con algo malo, que sólo hacen los adultos y que no deba hacer a su edad. Por ello es importante que el entorno donde el pequeño reciba clases sea el adecuado, para lo cual la academia o centro de entrenamiento deberá darle a la actividad el enfoque correcto, preferiblemente fitness. Es también fundamental que el niño entienda que el pole se practica con poca ropa no por un tema de vestuario o de moda, sino por el agarre necesario que debe tener el tubo con la piel. Y no menos importante es el tema de la seguridad, pues como todo deporte, el pole tiene sus riesgos, y es importante que el niño conozca desde sus inicios medidas básicas de protección, que entienda que no está jugando (aunque a él le parezca que sí) y que debe aprender a realizar los movimientos y figuras con el resguardo necesario.

Los tiempos cambian. Antiguamente actividades como el modelaje, ballet e incluso prácticas acrobáticas o circenses (telas, trapecio, lira) eran consideradas por muchos como mal vistas para ser realizadas por niños, y ya sabemos que hoy en día esta visión ha dado un vuelco absoluto. Esperamos que dentro de unos años ocurra lo mismo con el pole, en la medida en que se afiance y dé a conocer como deporte, y sea visto sin prejuicios como la excelente disciplina que es, capaz de desarrollar grandes beneficios físicos y de convertir a quienes lo practiquen en grandes atletas y artistas.

¿Tú qué opinas? ¿Dejarías que tu hijo/a practique pole? Cuéntanos tu opinión.

Fotografía: Jhon Scarso / Modelo: Chantal Ruíz

Por admin

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