¿Tu pareja ha estado actuando “rara” últimamente? ¿Su vida de pole dance te ha comenzado a… fastidiar un poco? Si has respondido que sí a estás preguntas es posible que seas un “esposo o esposa pole”… te compadecemos porque es probable que padezcas de los siguientes síntomas:
- Has desarrollado una nueva habilidad antes desconocida para ignorar mujeres escandalosas haciendo pole y acrobacias en tu sala de estar.
- Tienes, de repente, un postgrado en los mejores ángulos posibles para tomar fotos de splits, inversiones, giros, y pare usted de contar.
- Paciencia incrementada para montar y desmontar tubos de pole.
- Cuando tu pareja empieza a contarte sobre su día de práctica de pole tu cerebro automáticamente se apaga y comienzas a asentir instintivamente y de vez en cuando a hacer sonidos como “umhum”; “claro”; y “wow”.
- Por razones desconocidas comenzaste a identificar tubos y estructuras potenciales en la calle para hacer pole urbano… y eso que tú no practicas pole…
Si te ha sucedido, comparte tu experiencia dejándonos un comentario más abajo.